lunes, 14 de julio de 2014

El camino sigue

Estoy a un paso del final. Abro los ojos. Respiro hondo. Cierro los ojos. Intento dejar la mente en blanco, pero no puedo. Mil cosas se me pasan por la cabeza. La vida son momentos, son instantes, son segundos, y todos ellos se reducen a esto. Antes de que me dé cuenta, todo estará dicho. Mi futuro decidido. Caminar o no caminar, seguir o abandonar, saltar o no saltar. Arriesgarme, saltar al vacío, sin saber que me espera en el fondo. Puede que no haya nada, solamente oscuridad, oscuridad antes del fin máximo. Pero también puede ser que en el fondo encuentre algo más grande que todo lo vivido hasta el momento, algo tan grande que haga que todo lo vivido, malo y bueno, absolutamente todo, valga la pena. 
Entonces abro los ojos.
Da igual si gano o pierdo, si sigo o abandono, si salto o no salto. El futuro es el futuro, hay que descubrirlo paso a paso, error a error, caída tras caída, pero después de cada caída hay que levantarse. Algún día, dentro de muchos años, o quizás no tantos, haré balance, y me daré cuenta de que lo importante es el camino recorrido, el porvenir ya se verá, pero yo prefiero disfrutar de las rosas del camino a permitir que las espinas me arruinen el viaje. Disfrutar de cada momento, instante y segundo, porque al fin y al cabo, tanto los errores como los aciertos, me han hecho ser como soy.


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