jueves, 10 de julio de 2014

Presente

Muchas veces me pregunto por el destino, por el futuro. 
El destino, por qué estamos aquí, cómo llegamos aquí. Uno de los grandes interrogantes de la humanidad. Esa misma humanidad es la que nos incita: la crisis habrá acabado para 2015, para 2030 no sé qué... Y tú entonces te preguntas ¿qué será de mí para entonces? ¿Habré acabado la carrera? ¿Tendré trabajo? ¿Marido? ¿Hijos? ¿Gatos? 
Ante esta oleada de preguntas, yo opto por sentarme y esperar. No es que yo crea en el destino, soy más de las que creen que las cosas pasan por una razón. Y esa razón somos nosotros, nosotros creamos nuestro futuro, pero no somos conscientes de ello cuando lo hacemos. Día a día, con nuestras decisiones, nuestros aciertos, nuestros errores, nuestras caídas...  
No sabemos qué será de nosotros dentro de treinta, cuarenta o cincuenta años, pero preguntarnos ahora por ello sería, cuanto menos, ridículo. El futuro es el futuro, y llegará cuando tenga que llegar. Siéntate, disfruta el momento, pregúntate por el presente, por TU presente. Nunca te niegues nada que te pida el corazón, pues te arrepentirás de todo aquello que hayas callado, dejado de hacer. Vive de manera que cuando llegues al final del camino, vuelvas la vista y digas: repetiría todo lo vivido, no me arrepiento de nada. 

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