lunes, 28 de diciembre de 2015

Paré. Respiré. Pensé.

Paré. Respiré. Pensé. 

Pasamos por la vida sin fijarnos en los detalles, en las personas. Puede parecer una falacia, pero es cierto que solo nos damos cuenta de lo que tenemos, o teníamos, cuando ya no lo tenemos. Se añora lo que se tuvo y se desea lo que se sabe que jamás se tendrá. 

Paré. Respiré. Pensé. 

En un momento, sin darme cuenta, pasé de un pequeño mediterráneo a un atlántico grande, en el que cabían todas las posibilidades. La inmensidad. Eso me aterra. El miedo a la añoranza, estoy cansada de perder. Perdemos demasiadas cosas a lo largo de la vida. Perdemos demasiados momentos. Perdemos demasiadas personas. 

Paré. Respiré. Pensé. 

No importa el lugar, sino quien te acompaña. No importa la persona, sino los momentos. Vaya donde vaya, los añoraré. Vaya donde vaya, crearé nuevos. Vaya donde vaya, vendrás conmigo. 

Paré. Respiré. Pensé. 

Los que nos aman nunca nos dejan de verdad. Cuánto he aprendido yo de ti, viejo amigo.

Paré. Respiré. Pensé. 

Voy a comerme el mundo. Entrantes, primero, segundo y postre. Y ten por seguro que me quedaré a los cubatas.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario